Según la encuestas, del total de propuestas de negocio que nos llegan de nuestra red profesional, alrededor de un 15% de las mismas nos llegan a través de amigos o contactos profesionales de confianza, mientras que hasta un 80% de las propuestas de colaboración nos llegan de conocidos o contactos con una relación ocasional. Así que si la semana pasada vimos la figura del conector y la gran influencia que puede tener en los resultados del trabajo con tu red, hoy veremos la importancia de tener una buena red de lázos débiles y es que si bien hay un refran que reza que «quien tiene un amigo tiene un tesoro», desde el punto de vista de una red profesional deberíamos decir que «quien tiene un tesoro es el que tiene muchos conocidos«.

 

 

¿Por qué son tan importantes los lazos débiles?

Esto es así no solo por el hecho de que todos tenemos más conocidos que personas a las que podemos considerar como verdaderos amigos o personas de confianza, sino por una sencila cuestión de variedad de relaciones.

Normalmente, los amigos, las personas de confianza, se mueven en un entorno muy similar al tuyo. Por ello, es muy probable que compartáis aficciones, actividades, amigos y, seguramente, tendréis muchos contactos profesionales en común. De este modo, la posibilidad de que ellos se enteren de algo de lo que tú no estés ya enterado se reduce sustancialmente.

Por contra, los lazos débiles, esas personas a las que ves una vez a la semana o menos, probablemente se moverán en entornos a los que tú no sueles tener acceso, al menos con facilidad y eficacia, y tendrán sus contactos fuera de tu red habitual. Por eso, son este tipo de relaciones las que más fácilmente pueden hacer aflorar oportunidades desconocidas para ti. Tener una amplia red de contactos débiles puede transformarse en un buena ventaja competitiva.

Por ello, no descartes de tu red a personas con las que tienes un nivel de relación bajo. Antes, al contrario, busca en tu entorno profesional a este tipo de contactos, y mantén un nivel de interacción adecuado. Envíale un correo de vez en cuando con un saludo, interesándote por la evolución de sus proyectos, ofreciéndole tu ayuda, etc. Mantente vivo en sus mentes y ayúdales y, cuando menos te lo esperes, saltará la liebre en forma de una oportunidad de negocio interesante.

¿Cuál es tu experiencia con las oportunidades surgidas en tu red?

 

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