Continuando con el tema iniciado la semana pasada, hoy vamos a profundizar un poco más en conocer el impacto del marketing digital en la industria porque, a pesar de las reticencias en el uso de esta herramienta, dicho impacto tanto en el desempeño como en la cuenta de resultados es absolutamente evidente. Pasemos a los hechos.

Según el estudio de IAB, la inversión en publicidad digital se ha doblado en los últimos 5 años pasando de 15,8 a 30.7 millones de euros.

Asimismo, en 2014 Gran Bretaña invirtió casi 9.000 millones en marketing digital, Alemania más de 5.000 millones y Francia más de 3.500 millones. España apenas llegó a los 1.400 millones.

Podríamos alegar que esto es así debido a la diferente situación de recuperación económica, sin embargo, esta diferencia ha venido existiendo a lo largo de toda la crisis, lo que parece indicar que este esfuerzo en la inversión también ha tenido algo que ver en la velocidad de la recuperación.

De hecho, la inversión en marketing digital alcanzará un nuevo máximo en 2015 (Puro Marketing), ya que como indica el artículo:

«Para conectar con un cliente potencial a las empresas no le queda más remedio que emplear la red, porque estos consumidores están esperándoles en ella»

Y es que los consumidores buscan inmediatez y servicio y lo buscan globalmente. Ya no se conforman con la ferretería de la esquina, quizá les valga para una emergencia, pero están usando internet para localizar el elemento ideal que resuelva su necesidad o que mejore las prestaciones de su propuesta.

 

Por otra parte, un interesante estudio, publicado en La revista de Investigación Académica sin Frontera, relaciona el uso del marketing digital con un incremento en la capacidad innovadora y el éxito de la empresa. Como conclusión expone que:

«Podemos decir que el uso de las redes sociales en la estrategia de marketing hace que la empresa sea más innovadora en producto, estando la innovación totalmente adaptada a las necesidades del mercado, por cuanto se basa en el uso de información del mercado, y haciendo que la misma presente un menor riesgo tecnológico, estratégico y de marketing para la empresa».

 

Asimismo, los autores del mismo estudio comentan:

«Las empresas que tienen un alto énfasis estratégico en marketing, especialmente en aspectos como la segmentación de mercado, el posicionamiento de marca y una acertada comunicación en pro de crear una imagen distinta, favorable ante sus clientes y ventajosa frente a sus competidores, obtienen un desempeño superior. (Moorman y Rust, 1999)»

Y en estos aspectos, el uso del marketing digital supone un aliado muy valioso para la consecución de estos objetivos.

 

Por contra, las empresas con una menor inversión en marketing digital y una menor orientación hacia el marketing proactivo presentan peores resultados de desempeño y de supervivencia, ya que como indican:

«Las PyMEs no aprovechan las redes sociales y el uso de internet en general para mejorar sus procesos. Hoy en día, que nos encontramos en la era de la tecnología, las redes sociales representa una solución para una parte del problema y el éxito o fracaso de su puesta en marcha depende en gran medida de la habilidad de cada empresa para acoplarse a los medios virtuales…hasta que no se supere esta etapa de gran estancamiento, obviamente en materia de innovación, la pequeña empresa desaparecerá o simplemente sobrevivirá sin ninguna expectativa de crecimiento.»

 

Por otro lado, en una más que recomendable tesis sobre el Marketing proactivo en períodos de crisis y sus efectos en el desempeño empresarial podemos ver en sus conclusiones que:

«La percepción de la crisis como una oportunidad requiere de una respuesta estructurada para aprovecharla, siendo fundamental la inversión en actividades estratégicas de marketing, vinculadas estrechamente con el valor al accionista, la lealtad del cliente y la rentabilidad superior a largo plazo (O ́Malley et al., 2011).

Para lo anterior, es fundamental que las empresas estén orientadas al mercado, dispongan de un énfasis estratégico en marketing y una fuerte cultura emprendedora e innovación.»

 

En todos los casos se hace un énfasis especial en que centrarse en el cliente, analizar sus necesidades y adaptarse de forma rápida a esas nuevas necesidades incipientes es esencial para lograr la implicación del cliente con la marca y avanzar en el crecimiento y la expansión de los resultados. En todas estas áreas, el marketing digital es un aliado insustituible.

 

Así que parece que Bill Gates tenía razón cuando dijo que: «En el siglo 21 habrá dos tipos de negocios: aquellos que estén en Internet y aquellos que ya no existan»

 

¿Cuál crees tú que es la mayor aportación del marketing digital al mundo industrial? Cuentanoslo en los comentarios.

 

 

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Foto por Frits Ahlefeldt-Laurvig en Flickr (CC)

 

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