Cada bloguero/a tiene un objetivo definido para su blog, o al menos eso debería. Para unos puede ser la promoción personal, para otros que se reconozca su dominio de la materia y, para otros ganar dinero. Objetivos hay tantos como blogs, pero solo hay una forma de alcanzarlos y es creando contenido de interés para tus lectores y hacerlo de forma continuada en el tiempo. Para facilitarte esa labor y no acabar perdiendo la cabeza cada vez que te sientas ante el teclado sería muy conveniente que planificaras con antelación los contenidos de tu blog. Hoy veremos los primeros cinco puntos de dicho proceso, aquellos que te ayudarán a determinar el «tono» de tu blog.

Fotografía «Sigth of sound» en Flickr Por My_elbow

Lo primero que debes tener claro es cuál es tu objetivo personal

No es lo mismo publicar un blog para mejorar reputación de una marca que para mejorar su visibilidad, en un caso te interesará más alcanzar a tus actuales clientes para hacerler ver las posibilidades o bondades de tu producto y en el otro estarás más preocupado por el SEO y por posicionar tu marca en los buscadores.

Ni es lo mismo escribir por afición o porque quieras ayudar a otros que para demostrar tu conocimiento sobre un tema. En un caso escribirás de lo que a tí te gusta, sin centrarte en nadie en concreto y en el otro escribirás pensando en la gente a la que quieres impresionar y sobre lo que crees que quieren leer.

Por ello, el primer paso fundamental es el de establecer, claramente, que es lo que persigues al escribir en un blog.

Lo segundo es definir cuál es tu segmento de lectores

Una vez que sabes lo que quieres alcanzar debes determinar quién te puede ayudar para alcanzarlo. ¿Profesionales o público en general? ¿Jóvenes o adultos? ¿Mujeres u hombres? Si pretendes ser un profesional reconocido escogerás a otros profesionales de ambos sexos como segmento y si pretendes promocionar una empresa de deportes extremos probablemente te equivocarías si escogieras a personas de de edad avanzada.

Lo tercero es definir la temática o temáticas a tratar.

Ya sabes lo que quieres y quién te puede ayudar, ahora la cuestión es ¿qué temas les interesa a ellos y a tí te sirven para alcanzar tus objetivos? Viajes, moda, medicina, mejorar en un blog, ventas, coaching… Debes encontrar aquello que os conecte y os sirva a ambos a alcanzar vuestros objetivos.

El cuarto punto es definir el tipo de contenidos a publicar, tu propuesta de valor.

Porque  gente que quiere hacer lo mismo que tú hay mucha. Como te comenté en un artículo anterior, hay más de 158 millones de blogs en el mundo. ¿Qué es lo que te va a hacer destacar del resto? ¿Vas a publicar trucos, tutoriales, críticas, pruebas, experiencias, opiniónes, un poco de todo? ¿Vas a ser formal, divertido, extravagante? ¿Utilizarás vídeos, imágenes, sólo texto? Esto es algo que debe identificarte a tí ante ello, algo así como tu huella dactilar y, por supuesto, todo debe aportar valor a tus lectores.

El quinto punto es establecer la periodicidad que resulte apropiada para conseguir tus objetivos.

Normalmente suele recomendarse aquella periodicidad que te resulte cómoda y fácil de mantener, hay que pensar que el trabajo en un blog se parece mucho más a una carrera de fondo que a una de velocidad. Es cierto, pero eso tampoco quiere decir que te limites a dar un paseo de vez en cuando.

De la misma manera que un deportista mejora su rendimiento con el entrenamiento, tú debes incrementar tu capacidad de comunicar con el tiempo. El mínimo recomendable sería de una publicación por semana, pero si lo que quieres es llegar con tu blog a primera división tendrás que publicar un mínimo de tres veces por semana, lo ideal es prácticamente a diario.

¿Suena dificil? Es solo cuestión de tiempo y ganas, y de algunas ayuditas que veremos en el siguiente artículo.

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