Exactamente 69. Ese es el número de países desde los que, según Jetpack, ha recibido visitas este blog y eso que publico en castellano. Por ello, cuando me preguntan si Internet puede ser una buena herramienta para ayudar a internacionalizar un negocio no puedo por menos que responder que sí. Internet es una excelente herramienta de internacionalización, si sabes usarla.

Y es que internacionalizar tu web no consiste en traducirla al inglés, o al idioma que se tercie, sino que requiere un proceso más cuidado para optimizar sus posibilidades. Veamos 3 pautas que nos ayudarán a ello.

¿Traducir o contextualizar?

Debido a mi profesión he tenido el placer de residir algunas temporadas en distintos países, y hace unos años tuve el privilegio de vivir casi un año en la Rep. Dominicana, durante ese tiempo aprendí dos cosas: que tenemos un idioma similar, pero no idéntico, y que era necesario contextualizar nuestro mensaje.

Cuando no conoces el mercado al que te presentas es fácil pensar que con traducir literalmente tu mensaje es suficiente para que el otro entienda lo mismo que tú  y  conseguir el mismo impacto que en el país de origen, pero esto no es así, es necesario contextualizar el mensaje.

Pensemos que es muy probable que características esenciales en un mercado, como un bajo consumo de combustible para el mercado automovilístico europeo, no sean importantes en otro, como por ejemplo en los Emiratos Árabes, y que consideraciones sociales o culturales puedan hacer nuestro mensaje, incluso, ofensivo.

Por ello, es esencial conocer las peculiaridades de los mercados objetivo y crear webs con contenidos específicamente adaptados a su entorno social, económico y cultural, detectando las palabras claves para dicho mercado  y trabajar de forma estrecha con contactos del país.

Geoposiciona tu web

Otro aspecto muy interesante es el geoposicionamiento de la web. Si quieres trabajar en Francia, Gran Bretaña, Alemania, etc., es muy aconsejable que tu web se encuentre en un dominio del país al que te dirijas (.fr, .de, etc.) y, preferiblemente, alojada en un servidor local.

Con ello logras que tu web sea mejor posicionada por los buscadores en búsquedas locales, así como una mayor empatía y cercanía con el mercado objetivo.

Adáptate al nuevo mercado

El dicho «piensa globalmente, actúa localmente» es especialmente importante cuando quieres expandir tu negocio a otros países y aunque estés aquí deberás plantearte actuar como si estuvieras allí.

Por ello, si dichos mercados son prioritarios sería muy interesante que adaptes tus procesos para dar servicio a dichos mercados en sus propios idiomas y en sus propios horarios.

Es evidente que no todos los departamentos podrán ser adaptados (salvo que tengas un gerente por continente o zona horaria), pero sí sería aconsejable tener un servicio de atención activo en sus horarios comerciales locales.

Conclusión

Hace casi 200 años, un pastor anglicano llamado John Wesley dijo: «el mundo es mi parroquia» y Marco Polo se embarcó, literalmente, en la tarea de crear un «mercado global» hace 700 años. Ambos consiguieron sus objetivos, aunque les costó toda una vida.

Afortunadamente, el esfuerzo necesario para lograrlo en nuestros días se ha visto reducido gracias a las herramientas que Internet pone a nuestra disposición para comunicar nuestro mensaje a otros mercados y a otras culturas. Solo es cuestión de usarlas con cabeza.

¿Conoces algún caso de internacionalización? ¿Cómo lo han llevado?

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Cortesía de NASA via DIVDS

 

 

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