Fue una semana intensa de networking «físico». Dos días increíbles en la Librecon, media jornada en el Álava Emprende (Conectados para Emprender) y la inauguración de la feria Viphoto. En un mundo hiperconectado parecería que el networking «en persona» es poco eficiente, y puede que sea cierto pero, por contra, tiene otro valor importante: es tremendamente eficaz.

Fueron muchas horas «improductivas» que ha habido que preparar y recuperar a marchas forzadas (como este artículo) y que, quizá, se habrían podido obviar si hubieran grabado las ponencias y talleres para verlas tranquilamente cuando tuviera un hueco y haberlas comentado a golpe de tuit o foros con otros usuarios.

Cierto es que el networking virtual tiene muchas ventajas comparado con el networking físico, como por ejemplo:

  • Es global, te permite conectar con personas de todo el mundo, mientras que en los eventos locales la variedad geográfica en infinitamente menor.
  • Es económico, no tienes que desplazarte a ningún lugar, ni alojarte en ningún hotel ni perder horas de viaje; en los eventos de networking personal sí.
  • Es rápido, en apenas media hora puedes revisar los perfiles de 30 o 40 personas y solicitarles entrar en contacto, sin embargo en un evento apenas podrás hablar con más de 4 o 5 personas en ese mismo tiempo.
  • Es masivo, en redes profesionales como Linkedin tienes más de 200 millones de usuarios localizables, mientras que en un buen evento tienes suerte si asisten más de mil personas.
  • Es segmentable, en redes sociales puedes filtrar los resultados por tantas variables como se te ocurran, cuando en los eventos presenciales los contactos suelen surgir a golpe de «… por cierto me gustaría presentarte a un/a colega…»

Como te decía, el networking virtual es tremendamente eficiente y, de hecho, es una herramienta esencial en mi trabajo del día a día, pero esa eficacia lo es solo para realizar un primer contacto o aproximación, porque hasta que no le hayas puesto un cuerpo a la cabeza de la foto del perfil y le hayas estrechado la mano no se puede hablar de verdadero networking.

Piensa que una red de contactos funciona exactamente igual que una red de pesca: coge tanta más cantidad de peces cuanto más próximos están los nudos. Y para esto hace falta tiempo, relación y algún que otro café «clandestino».

Si me hubiera quedado en la oficina habría hecho el trabajo más tranquilamente, sin embargo me habría perdido los contactos surgidos durante las pausas para los 6 cafés, dos cervezas y un buen número de botellas de agua, las múltiples charlas entre pasillos, las personas presentadas o encontradas y los intereses comunes descubiertos mientras comíamos (somos vascos, no podemos evitar lo de la comida).

Asimismo, no habría entrado en contacto con personas de otros sectores completamente dispares que, quizá, no contribuyan de forma directa a la cuenta de resultados, pero que me permiten establecer nuevas relaciones y ver nuevos enfoques para mi trabajo.

Así que, no lo dudes, reserva, al menos, uno o dos días al mes, selecciona eventos interesantes para ti, tanto dentro como fuera de tu sector, y vete a ellos. Los resultados acabarán sorprendiéndote.

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Foto de archivo propio

 

 

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