Cuando alguien visita tu blog por primera vez forma su «primera impresión» en apenas 7 segundos. Evaluará el diseño y la estructura, pero lo que más impacto le puede causar es encontrar graves errores gramaticales en tu texto, y si tu blog es el campamento base de tu marca personal el impacto sobre la misma puede ser demoledor. Para evitarlo te sugiero el siguiente decálogo para ayudarte a escribir bien en tu blog.

Lee todo lo que puedas

Si, cuando escribes en un blog, la soltura se coge escribiendo la calidad se coge leyendo, y leyendo mucho. No te limites a seguir contenidos relativos a tu temática, lee artículos de opinión de periodistas reconocidos, editoriales, literatura de buenos autores, etc.

Sin darte cuenta irás mejorando tu capacidad y notarás que algunas de tus estructuras gramaticales te pueden empezar a chirriar.

Usa sinónimos

Y no solo porque Google está cambiando su forma de indexar, sino porque se hace muy reiterativo y pesado el estar repitiendo una y otra vez la misma palabra. Un ejemplo espectacular de esto eran las retransmisiones deportivas de hace unos años.

El balón podía salir del portero quien entregaba el cuero al defensa, este tocaba el esférico y lo pasaba al central, quien centraba la bola al lateral y este, tras driblar a la zaga, colocaba la pelota en la cabeza del delantero para intentar batir al cancerbero contrario.

Tenemos la gran suerte de tener uno de los idiomas más ricos en vocablos, aprovéchalos y enriquece tus contenidos.

Acorta los párrafos

En internet el proceso de lectura es un tanto diferente a la lectura de un libro o una revista. Se tiene más prisa y se quiere ir al grano. Por ello los párrafos han de ser cortos y centrados en una sola idea.

Si te salen más largos de 4 ó 5 líneas es preferible meter un «punto y aparte» que una «coma». Aunque gramaticalmente no proceda ayuda a hacer más legible tu blog.

Usa la voz activa

Otra técnica importante para escribir bien es utilizar la voz activa a la hora de construir las frases, ya que construye estructuras más directas y contundentes.

Evita los adverbios acabados en «mente»

Esta suele ser mi mayor piedra de tropiezo. Estoy enamorado de los adverbios pero, «ciertamente», alargan las frases y no suelen aportar valor.

Simplifica los textos

Ya he compartido en alguna ocasión la frase de Antoine de Saint-Exupéry «La perfección no se alcanza cuando no hay nada más que añadir, sino cuando no hay nada más que quitar«. Piensa que tus visitantes están tan ocupados como tú, por lo tanto procura ceñirte a lo verdaderamente importante (¡y dale con los adverbios!).

Madura los textos

Si es posible, tras escribir un texto sería interesante que lo dejaras reposar unas horas y volvieras a repasarlo más tarde. Encontrarás cosas que no te terminarán de convencer y encontrarás mejores formas de transmitir lo mismo.

También es una buena idea entregar tus artículos a otra persona para que los repase y te dé su punto de vista.

Dedica tiempo a escribir

Pascal escribió: «He redactado esta carta más extensa de lo usual porque carezco de tiempo para escribirla más breve.» Escribir es un acto creativo que requiere su tiempo si quieres hacer un trabajo de calidad, pero tampoco te eternices. Ponte un tiempo razonable y procura utilizarlo todo.

Usa el corrector ortográfico

Si tienes Word, u otra utilidad parecida, úsala para encontrar las faltas de ortografía que se te hayan podido pasar, las palabras con errores o duplicadas y revisa los típicos «haber» por «a ver», los «haya» por «halla», etc.

Escribe para tus lectores

Por último, recuerda que en tu blog escribes para que tus lectores te entiendan, por ello es importante ajustar el nivel de lenguaje o de jerga profesional a un nivel entendible por ellos. De nada te sirve escribir si tu target no te entiende.

Un artículo bien escrito es más fácil de leer, transmite mejor el mensaje, demuestra interés por tu comunidad y, sobre todo, transmite una fuerte imagen de profesionalidad y compromiso con la calidad.

¿Qué otros consejos nos recomiendas para escribir mejor en el blog?

 

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Fotografía por Jonathan Kim en Flickr (CC)

 

 

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