Cuando me piden una estrategia de Marketing Digital, uno de los primeros requisitos, aparte del precio, es que funcione rápido y cuando les dices que los primeros resultados «serios» requieren de, al menos, medio año de trabajo parece que les hablas en chino. ¡Pero si es Internet y ahí todo es fácil y vuela!

Cierto que da esa sensación, pero solo si trabajas bien y con paciencia desde el principio, porque si te lanzas a una aventura digital sin una estrategia sólida y realista lo único que verás volar son tus fondos de la cuenta del banco. Y es que cuando se habla de Marketing digital la gente piensa solo en anuncios rápidos en Adwords o en tiendas en Internet.

 

Calidad

Me encanta cómo funciona nuestro cerebro y la forma que tiene de establecer conexiones cortocircuitando pensamientos y este fin de semana ha sido fecundo en esas conexiones cortocircuitantes que tanto nos ayudan en nuestro pensamiento lateral.

En una de ellas se mezcló unas declaraciones del escritor Fernando Marías en la que este hablaba de sus primeros contactos con el cine y en como echaba de menos aquella épica que destilaban algunas producciones y, por otro lado, el pensamiento de que muchas grandes edificaciones están hechas a base de pequeños ladrillos.

Fruto de este cruce fue la conclusión de que si bien nos gusta alcanzar éxitos apoteósicos y rápidos, nos olvidamos que la inmensa mayoría de ellos están forjados sobre la épica de los pasos, quizá pequeños, pero constantes. Y esto que es cierto en todos los ámbitos de la vida lo es aún más en el mundo del social media y el marketing online.

Porque nuestro público ya no se traga todo lo que le echen. Pasó el tiempo en que había menú único y la alternativa era no comer. Ahora nuestro público (y nosotros mismos) es mucho más exigente porque hay mayor variedad donde elegir y porque esa variedad es, cada vez, de mayor calidad.

Porque aunque algunos sigan disfrutando como energúmenos con unos pimientos de Padrón no te perdonarán que los pimientos sean de mala calidad o estén mal manipulados. Si tu no das un buen servicio ten por seguro que hay muchos ahí fuera que sí lo harán y los consumidores van a intentar escoger siempre al que le ofrezca la mejor relación de calidad y prestaciones por su dinero.

Y aquí entra en juego una buena estrategia de Marketing Digital. Una estrategia que por medio de las conversaciones con tus actuales y con tus posibles clientes te ayude a determinar qué quiere tu mercado objetivo, qué espera de tu marca y qué piensan de ella y poder tomar así las acciones adecuadas.

 

Presencia

Ahora bien, para poder opinar de ti tu mercado tiene que conocerte.

Y cuando digo conocerte no me estoy refiriendo a que tengas una web con un mapa, un catálogo y una página de «quienes somos». Eso está bien, pero no basta.

Cuando digo que la gente debe conocerte me estoy refiriendo a que debe conocer tu producto, tus valores y, sobre todo, cómo eres como marca.

Esto supone transmitir información, pero también transmitir sensaciones, y una buena estrategia de marketing digital te ayudará a conseguirlo mediante una adecuada política de contenidos y de difusión, de modo que tu público conozca lo que haces, pero también por qué y cómo.

 

Confianza

Y esto nos lleva a la última cuestión, la confianza. Porque salvo a unos pocos, a los demás nos cuesta bastante ganar nuestro dinero como para andar comprando productos o servicios que nos dejen tirados a la primera de cambio.

Por ello, es literalmente vital para tu marca crearte una buena reputación digital y cuidarla cada día, porque solo así conseguirás que tus clientes vuelvan y que nuevos compradores se decanten por ti, y esta buena fama no se gana de un día para otro.

Requiere que tu mercado te conozca y que algunos «locos» que hayan apostado por ti confirmen que su experiencia contigo ha sido positiva y, lo más importante, que no ha sido una cuestión pasajera, sino que tu buen hacer es consistente.

Porque antes de poder convencer a un posible cliente de que tu opción es la mejor debes conseguir primero que sienta que pueden elegirte a ti. Recuerda que la decisión de compra no es solo cuestión de números, sino de sensaciones, de emociones y de confianza.

Y nuevamente entra en juego la estrategia de Marketing Digital. Una estrategia que consiga conectar con tu mercado, que le muestre lo que puedes hacer por ellos, cómo lo consigues y que le demuestre que tan confiable eres y que opinan tus clientes actuales de ti.

Como ves las estrategias de marketing digital no consisten en cuestiones esotéricas ni aparatosas. Son la suma de pequeños pasos dados con inteligencia y en la dirección adecuada y que nos acercan a la meta.

Y es que si quieres llegar a tener una marca épica tienes que tener lo mismo que aquellas películas épicas que comentaba Fernando Marías: una buena historia, un buen equipo y mucho trabajo bien hecho.

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Foto por Bill Lile en Flickr (CC)

 

 

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