Lo que marca la diferencia entre un éxito y un fracaso son cuestiones que no se suelen analizar en los planes de viabilidad: la pasión y la constancia.

Cuando queremos poner en marcha cualquier proyecto preparamos un plan de viabilidad y analizamos cuidadosamente todos los aspectos relativos al mismo: un buen producto/servicio, financiación, mercado, costes, canales de distribución, requerimientos legales, equipo de trabajo, etc.

Sin embargo, lo que marca la diferencia entre un éxito y un fracaso son cuestiones, actitudes, que no se suelen analizar en dichos planes: la pasión y la constancia.

Esto es algo sobre lo que nos hablo Andy Stalman (@AndyStalman) en una jornada en el CMUA.

En ella nos mostró que, para llevar adelante cualquier proyecto, y especialmente en los Social Media, es necesaria la pasión. Hace falta tener pasión, y mucha, para hacer realidad nuestros sueños porque es dicha pasión la que te va a llevar a enfrentar los problemas con resolución y con ilusión, te impulsará a encontrar alternativas y te ayudará a conseguir que otros crean en tu proyecto.

Pero con la pasión puede ocurrir como con el champagne, tienes mucha fuerza cuando empiezas el proyecto pero te vas quedando sin gas poco a poco. Para poder mantener esa presión inicial se hace necesaria la segunda actitud: la constancia.

Así, constancia es lo que te ayuda a seguir aunque no veas resultados, lo que te hace insistir después de recibir el enésimo «no» consecutivo o cosechar tu decimocuarto «fracaso». Constancia es, en suma, lo que te va a mantener en la brecha hasta que los resultados empiecen a llegar, y estate seguro de que, si lo haces bien y persistes, llegarán.

Ahora bien, ¿qué puedes hacer para desarrollar estas actitudes? Personalmente, te recomendaría lo siguiente:

  • Cree en tu proyecto. Nadie puede sentir pasión por aquello en lo que no cree y nadie persevera en aquello que considera un error, por ello si no crees en tu proyecto es mejor que lo dejes.
  • Comprométete con tu proyecto. Después de tu familia y tus creencias religiosas o éticas, tu proyecto debe ser lo más importante ti.
  • Recuerda, cada día, el sueño que te llevó a empezar. Revive, una y otra vez, la emoción que sentiste al descubrir aquello que querías hacer.
  • Contempla, cada día, el lugar al que quieres llegar. Ver tu meta hecha realidad es el estimulante más poderoso que puedas imaginar y, además, no es ilegal.
  • Practica otras actividades que te gusten o te reten. Esto te ayudará a crear un dinámica correcta.
  • Sobre todo, cuída a la gente que cree en tí y en tu sueño y tenla a tu lado. Cuando todo lo demás falla, ellos te devolverán la fe.

El dinero se puede conseguir fuera y el personal se puede encontrar, pero poner pasión y constancia depende solo de tí.

¿Qué otras formas se te ocurren de desarrollar pasión y constancia?

Nos vemos

 

 

Foto por Vernon Fowler en Flickr (CC)

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