El post de hoy estaba predestinado. He puesto, por azar, una canción de Amaral y ha resultado «El Universo sobre mi» y me ha llamado la atención la frase «quiero encontrar mi sitio». Después he puesto un rato la televisión y ¡sorpresa! Fernando Alonso intentaba encontrar su sitio en Mónaco. Finalmente ha aparecido el gato y se ha puesto a buscar un sitio donde acurrucarse. Todo el mundo intenta encontrar su sitio, y más en este universo de internet, donde el mercado es único y la competición es global.
Desde que comienzas a hacerte un hueco en cualquier mercado siempre aparece alguien con la frase de Jack Welch: «Si no tienes una ventaja competitiva, no compitas«. Prácticamente, es la primera recomendación que te dan, pero no por repetida es menos cierta y, tristemente, menos olvidada.
Como muchos sabréis, el 80% de los nuevos emprendimientos acaban en desastre antes de 5 años. Cierto que, según los estudiosos del tema el mayor problema suele ser la falta de conocimiento sobre cómo llevar una empresa, pero muchos añaden el problema de hacer lo mismo que los que ya están y de la misma forma, sin aportar nada diferente y, por lo tanto, sin aportar nada que te haga sobresalir de la masa, con el agravante de que has llegado el último.
Hoy en días hay miles y miles de «expertos» en todos los campos. Por lo que a mí se refiere en redes sociales y marketing digital. Algunos y algunas con una muy buena formación y miles de horas de vuelo, otros apenas saben distinguir la diferencia entre un perfil y una página en Facebook, pero todos con la misma «etiqueta». Por ello, tienes que hacer algo que te diferencie del resto.
Me recuerda las imágenes de los mercados de futuros que, a veces, aparecen en televisión. Todos hablando y gesticulando a la vez, todos con las mismas chaquetas de colores y, sin embargo, todos se las tienen que ingeniar para ser únicos y reconocibles.
La posición, las corbata, las gafas, el peinado, la forma de gesticular, etc., todos tienen algo que les hace distintivos y que ayuda a que los demás les encuentren con facilidad en medio de ese maremágnum de personas.
De igual forma, en este mercado global tienes que encontrar tu sitio y ofrecer ese algo que te haga diferente. Puede ser la especialización en un sector concreto, puede ser el tono o la personalidad que demuestres, una visión diferente del mercado, el tipo de experiencia o formación que aportas… Cualquier cosa que sea interesante para tu cliente y que te aporte visibilidad ante él porque, en caso contrario, estás muerto antes de empezar.
Así que busca ese algo antes de lanzarte al mercado y, cuando lo encuentres, publicítalo a los cuatro vientos. Web, email, blog, networking, prensa… Debes hacer correr esa ventaja por todas partes porque ese sello distintivo es el que te va a permitir, cuanto menos, tener una oportunidad.
¿Ya sabes dónde quieres estar?
