Gracias a la bonhomía que impera en la red cuento con un buen número de suscriptores, me han concedido, que no ganado, algún que otro premio (por cierto muchas gracias a Nuria García del excelente blog nuriagarciacastro.es por su nominación) y he sido incluido en muchas listas en Twitter, en las que comparto alojamiento con auténticas fieras, en el buen sentido, de este mundillo.
Pero hace poco, Begoña Sanchez me ha incluido en una lista en la que me ha hecho mucha ilusión estar, y es su lista de Blogueros Molones, y es que creo que esa, bloguero molón, es la mejor definición del éxito de un blogger, por encima de sus estadísticas de visitas. Veamos por qué.
Cada suscriptor que sigue un blog, cada comentario y cada visitante recurrente es un autentico premio para un bloguero. Cada vez que veo que alguien ha visitado el blog parezco Fernando Alonso haciendo «pajaritos» tras ganar un gran premio, pero es que en realidad, cada interacción en el blog es un auténtico Gran Premio. Como ya comenté en un post anterior sobre el valor de los comentarios, cada una de esas interacciones supone que alguien con un montón de cosas mucho más interesantes que hacer ha decidido dedicarte una parte de su tiempo, de su vida, a ti.
Eso significa que, de alguna forma, has conectado con esa persona, que ha visto algo especial en ti o que le has aportado algo más que información porque, al fin y al cabo, un blog personal, incluso uno profesional, no equivale a la sección de sucesos de un periódico, sino que es, más bien, un «editorial» permanente.
Cierto, aportas información, pero también aportas tu punto de vista, y que alguien decida seguir tu blog, entre la pléyade de blogs existentes, supone que lo haces de una forma atractiva para esa persona, aunque sea para discrepar de ti.
Y es que para alcanzar cualquier objetivo que te hayas propuesto con el blog, primero tienes que conseguir algo esencial: crear comunidad. Y para esto hace falta mucho más que transmitir datos, hacen falta emociones. Por ello, cada una de esas sucripciones, visitantes recurrentes e interacciones lo que vienen a decirte es: «No te lo creas mucho, pero tu blog, aunque solo sea un poco, mola».
¿Te «molan» los blogs que sigues?
Suscríbete al blog para no perderte ningún artículo y, si te ha gustado, compártelo en tus redes.