¿Te ha pasado en alguna ocasión que has visitado una web o leido un post y te has marchado sin lograr descubrir de qué iba? Y no porque tuviera un lenguaje muy técnico, sino porque no había forma de determinar donde había que clicar para continuar o de descifrar que es lo que pretendía el autor.
Landing Pages sin una llamada a la acción o con más de 5 distintas, artículos que no son más que divagaciones de las que ni el propio autor sabe como salir, contenidos que, en suma, no aportan ningún tipo de valor para el visitante y que solo consiguen hacernos perder el tiempo y quemar al posible cliente.
Si estás generando contenidos para la web de tu marca, lo último que has de hacer es que tus visitantes pierdan el tiempo o intentar engañar u ocultar tus intenciones.
Si creas una landing page para vender un producto dilo claramente en una sola llamada a la acción, pero dime también que ventajas voy a obtener si escojo el tuyo antes que el de tu competencia.
Si escribes contenidos para demostrar tu cualificación como profesional o la bondad de tus servicios hazlo, pero asegúrate de que yo, como lector, también obtenga un beneficio de su lectura.
Si estás necesitando colaboración o ayuda dilo también, pero ponme en antecedentes que me permitan valorar y dime en que formas puedo ayudar. Eso sí, no intentes manipularme.
Puede que en el día a día la inmensa mayoría de nosotros estemos centrados en nuestros propios asuntos, pero nunca tanto como para no aprovechar una buena oportunidad, aprender algo interesante o echar una mano a alguien que, verdaderamente, lo necesita.
Y es que hay gente que aún piensa que el común de los mortales es tonto y está ahí para ser engañado, sin darse cuenta de que el común de los mortales es de todo menos común y tonto.
Y para ser coherente, aquí os dejo mi llamada a la acción Suscríbete gratis al blog para no perderte ningún artículo y, si lo consideras útil, compártelo en tus redes. Nos vemos.
Fotografía por European Parliament en Flickr (CC)