Al parecer, llamarse como yo es un buen presagio. Si buscas «David Gomez» en Google obtendrás 35.300.000 resultados (a fecha 12/06/2014) y entre ellos encontrarás un compositor y director de orquesta, un atleta, jugadores de fútbol, más músicos, abogados, diseñadores, escultores, fotógrafos, arquitectos, un largo etcétera de profesionales incluido alguno de mi propio sector… y yo. Antes de comenzar a trabajar los contenidos ni siquiera aparecía en los primeros 1000 resultados, ahora el blog aparece entre los 30 primeros y la cuenta de Twitter entre los 20 y subiendo, y todo debido al marketing de contenidos.
El contenido es el Rey
Y es que siempre se dice que el contenido es el rey en Social Media, pero se tiende a prestar mucha más atención a la parte técnica y al diseño que a la calidad del contenido en sí.
Se puede promocionar los contenidos por medio de una buena campaña SEM y empujar la marca hacia arriba. El problema es que, al final, todo va a acabar apuntando a tus contenidos, y si estos no son buenos los resultados pueden ser desastrosos.
Porque hay quien piensa que las acciones en Social Media son como un buen maquillaje que tapa las imperfecciones y resalta las virtudes, pero están equivocados. Las acciones en Social Media son más parecidas a ponerte bajo un microscopio: amplifican tu imagen verdadera.
En las redes sociales no vale el autobombo, lo que vale es ser auténtico para ganarte la confianza de tus posibles clientes. Así que no es cuestión de decir que tus productos o servicios son buenos, es cuestión de demostrarlo y de atraer a tus clientes con unos contenidos buenos, útiles y de calidad. Entonces podrás apoyar tu marca con SEM, SEO, e-mail marketing, etc., porque los resultados serán positivos y hasta sorprendentes.
¿Hay retos imposibles?
Cuando desarrollé el social media plan de mi propia marca, y vista la competencia, consideré imposible lograr posicionar mi nombre, así que opté por una marca mucho más fácil de posicionar, y funcionó.
Sin embargo, por algún motivo que se me escapa, también registré un dominio con mi nombre y puse el blog en ese dominio aunque con la intención de darme tiempo para diseñar más tarde la web e integrarlo en dicha web bajo el dominio de dulantzi social media pero, para mi sorpresa, empecé a subir en las serp de Google.
De igual modo, los perfiles personales en Twitter y Google + fueron cogiendo peso profesionalmente hasta el punto de decidirme a pasar estos al terreno profesional (Facebook es el único que he dejado estrictamente personal) junto con Linkedin, en detrimento del de la marca Dulantzi Social Media.
A día de hoy es mucho más fácil encontrar mi nombre al realizar búsquedas temáticas relativas al blogging o al social media que la marca teóricamente más fácil de posicionar. Como consecuencia voy a mantener las dos e incluso me estoy planteando hacerlo al revés: integrar la web bajo el dominio del blog y ello, como decía antes, debido al marketing de contenidos.
¿La muerte del SEO?
Así que cuando se habla de la muerte del SEO como técnica de posicionamiento y de mejora de puestos en las búsquedas de una marca en favor del SEM estoy de acuerdo, pero solo parcialmente. Es cierto que los algoritmos de búsqueda de Google son, cada vez, más inteligentes de modo que meta tags, meta descripciones, densidad de palabras clave, etc., ayudan a identificar los contenidos pero están perdiendo influencia en la calificación de los mismos.
Sin embargo, webs y perfiles con contenidos que aporten valor a tus lectores, que sean compartidos en redes sociales y que se interpreten como elementos de calidad sí que ayudan, y mucho, a posicionar una marca como referente en su sector y a subirla en las páginas de resultados de los buscadores. Así que usa el SEM, es una herramienta excelente, pero no te olvides de los contenidos, esto son los que van a hacer tu marca memorable.
¿Qué experiencias tienes con el marketing de contenidos? ¿Conocías este concepto?
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Foto por Dennis Wilkinson en Flickr (CC)