Es cierto que las pequeñas empresas y los autónomos solemos ser un tanto hombres o mujeres orquesta. Nos dedicamos a nuestro negocio, a la administración, a la promoción y a todo aquello que sea necesario para nuestro proyecto funcione. Esto lleva a que, muchas veces, asumamos tareas que no son las que conforman nuestro verdadero negocio, y las acciones en social media destacan entre este maremágnum.
Por un lado, hay clientes que creen que una sola persona dedicando 15 minutos al día puede mantener actualizada la web (diseño y contenidos), atender las comunidades, generar contenidos para el blog, resolver las crisis, analizar los resultados, proponer acciones, optmizar el social media plan y llevarle un café al jefe.
Con este tipo de comportamientos solo se obtiene resultados desastrosos y el tiempo finalmente dedicado va a ser considerablemente superior al que necesitaría un profesional experimentado.
En cualquier caso, las consecuencias las va a pagar la cuenta de resultado, bien por la vía de menores ventas de las podrían haber obtenido o bien por la vía de pérdida de clientes debido a una atención deficiente.
Por otro lado nosotros, los profesionales del social media, también caemos en la trampa y pensamos que si no dominamos todas las redes sociales, la programación web, el diseño gráfico, las relaciones públicas, la creación de contenidos, el copywriting, la edición de video, la analítica web y en redes sociales, todo el proceso del marketing, etc. no somos verdaderos profesionales.
De acuerdo, muchos freelances trabajamos solos y podemos llevar la atención de cuentas relativamente pequeñas y alguna que otra mediana, pero si te quedas ahí jamás podrás atender cuentas o proyectos de más envergadura.
Si realmente quieres poder crecer y ser independiente tienes que aprender a ser interdependiente. Por ello, especialízate en aquellos aspectos en los que te sientas más cómodo y aprende a trabajar en red con otros profesionales, buscando sinergias y estableciendo alianzas en las que todos, incluídos los clientes, ganéis.
Así que como freelance he optado por esta vía. Me siento muy cómodo en la consultoría en marketing digital y en la creación de contenidos y, aunque también dispongo de buenos conocimientos, en el resto de áreas prefiero colaborar con otros excelentes profesionales, lo cual me permite centrarme en mi «core business» y dar, en todas las áreas, el mejor servicio posible mi cliente.
¿Qué camino has escogido tú?
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Foto por MR en Flickr (CC)