A la hora de hacer networking pareciera que, en primera instancia, el perfil del contacto ideal es aquél relacionado de una forma directa y estrecha con nuestro nicho objetivo y al que podamos aportar algo de valor y llamar su atención. Y es cierto, pero solo en parte. Curiosamente, las mayores oportunidades de negocio no suelen surgir directamente de tus contactos de mayor confianza, sino de tus contactos débiles y de tus contactos de 2º y 3º nivel. Para optimizar esto existe una figura esencial: el Conector.
Ahora bien, ¿qué es un conector? La respuesta no es qué, sino quién, y seguramente conocéis a alguien así. Un conector es ese tipo especial de persona que conoce a todo el mundo (se sabe hasta el nombre del barrendero de la calle), que sabe dónde está todo, quién hace qué y quién necesita eso, disfruta poniendo en contacto a las partes y, lo más importante, cuando un conector difunde una solicitud, comentario o recomendación su alcance puede ser viral, porque su red es inmensa y, además, lo normal es que esté en contacto con otros conectores.
Lo curioso de este tipo de personas es que no suelen tener el perfil del candidato o candidata ideal para nuestra red. De hecho, probáblemente estará en un sector profesional distinto del nuestro o de nuestro objetivo, pero si lo encuentras no te dejes engañar por su perfil, será uno de tus mejores aliados.
Bien, ¿y dónde y cómo se encuentra a alguien así? Seguro que en tu entorno inmediato tienes alguno o alguna. Suele ser alguien muy extrovertido, habla con todo el mundo y con una ámplia lista de contactos y actividades sociales. Asimismo, piensa en esa persona a la que se suele recurrir cuando necesitas algo que no es fácil de encontrar.
En las redes sociales son personas muy activas, con un gran número de contactos y en sectores muy diversos. Tiene un alto número de interacciones con sus contactos y es seguida con asiduidad por ellos. Consiguen muchos comentarios de los demás y estos redistribuyen los suyos con presteza. Twitter y LinkedIn son su hábitat natural y se mueven en ellos con soltura.
Si miras entre tus contactos y echas un vistazo a sus propias conexiones, los conectores aparecerán como esas pocas personas que muchos de nuestros contactos tienen en común y con los que interactúan con cierta regularidad. Ese es el tipo de persona que te interesa contactar.
Bueno, ¿y cómo contacto y llamo la atención de este tipo de personas? De la misma manera que te plantearías cualquier otra relación de networking, con una actitud de ganar-ganar. Así que síguela, comenta en sus redes, ayúdala en sus búsquedas, da publicidad a sus interacciones, etc.
Por otra parte, no es necesario que establezcas una relación estrecha con un conector (tiene una red muy ámplia), pero sí que has de demostrar que eres digno de confianza y que no le vas a dejar en mal lugar. De la misma forma que honrar su confianza es muy positivo para tu carrera, no es nada bueno fallarle a un conector.
Si tu actitud de colaboración es sincera no tengas reparos en contactar con una de estas personas, no sientas que le estás utilizando. Si todo funciona de forma correcta tú conseguiras difusión de tu marca personal, alguien habrá salido beneficiado al conocerte y él incrementará su influencia. Todos ganan. Así que búscalos, cuantos más tengas en tu red mejor.
La próxima semana profundizaremos en las conexiones débiles.
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