Los contenidos que usamos en nuestro marketing por email deben estar tan trabajados, o más, que los contenidos para la web.

Hace unos días estaba leyendo un buen artículo de José Argudo sobre marketing por email y volví a caer en la cuenta de lo fácil que es hacer las cosas mal con una herramienta tan útil y sencilla.

Y uno de los mayores errores es no trabajar el contenido del mail que enviamos.

Te has tirado horas, si no días, en prepara los textos que quieres publicar. Has optimizado tu landing page hasta el infinito. Has trabajado los CTA, el SEO, el WPO, el CTR… y hasta el ABS para no pasarte de frenada.

Entonces, para darle notoriedad recurres al marketing por email, preparas una nota en cinco minutos, la envías y esperas.

Y no pasa nada.

¿Por qué? Porque no le estás dando la importancia que tu trabajo merece. Y si tú no se la das, ¿cómo quieres que otro se la dé?

Dale importancia a tu trabajo

Un amigo me acaba de regalar una pluma Montblanc Starwalker (¡¡¡vivan los amigos rumbosos!!!). El mecanismo es increíble, pero es que el embalaje no se queda atrás.

Con solo ver la caja ya te emocionas.

Por el contrario, nosotros caemos en la trampa de trabajar durante días o meses preparando un producto o servicio de calidad, y a la hora de presentarlo lo envolvemos en papel de periódico.

Echa un vistazo a los lineales de los supermercados. Los mejores productos también suelen venir con el mejor empaquetado.

No te llaman la atención por el contenido, sino por el envoltorio.

El marketing por email es algo muy potente y fácil de usar, especialmente si utilizas una buena plataforma. Pero conseguir un impacto real de tu contenido requiere que trabajes también «el envoltorio».

El «asunto» del email

La primera parte del envoltorio es el «asunto» del email.

Equivale al titular de una noticia o el título de una novela y es el cebo que colocas en tu anzuelo para conseguir atraer a tu audiencia.

Dale vueltas, piensa en qué beneficios estás ofreciendo y qué problema le estás resolviendo a tus destinatarios, e intenta resumirlo en una frase corta y sencilla.

Resalta lo más importante y crea algo de intriga. Tu lector seguramente no tenga ganas, ni tiempo, para que le hagas pensar demasiado, pero sí que le atrae la intriga.

Y especialmente si cree que tras esa incógnita se oculta algo de especial interés para él o ella.

Trabájalo aunque se trate del boletín semanal o mensual de tu blog. No dejes que pase desapercibido.

Si tu contenido puede serle de interés, facilítale a tu lector o lectora el detectar ese beneficio para que pueda reservarte un tiempo.

El contenido del email

Bien, ya has conseguido que abran tu email.

Lo has conseguido al prometerle que iba a obtener un beneficio. Ahora debes cumplir tu promesa. Al menos en parte.

El objetivo del contenido es incrementar su interés sobre los beneficios que puede lograr, y los problemas que va a resolver con tu producto o servicio.

Así que trabaja los contenidos. Presenta tu solución como a la coprotagonista de una historia, de tal manera que tu receptor pueda empatizar con ella.

Que la sienta como algo cercano, confiable, con quien puede interactuar y que le puede aportar lo que está buscando.

Aporta tanta información como pueda ser útil a tu destinatario. Pero no tanta como para que descarte acudir a tu web.

Vuelve a crear una nueva intriga y ofrécele encontrar la solución final en la web.

Recuerda, si has trabajado tus CTAs en tu página de aterrizaje, los CTAs de tu marketing por email deben estar tan bien trabajados como aquellos.

Porque si no consigues que hagan clic en tu enlace jamás llegarán a tu web, y esta no podrá terminar de cerrar la acción (suscripción, venta, etc.).

Concluyendo

¿Piensas que esto supone tener que crear dos contenidos por cada contenido que ofreces? Pues bien, estás en lo cierto.

Pero la alternativa es presentar tu producto o servicio envuelto en papel de periódico.

Porque la excusa que dio el matemático Pascal («Y si he escrito esta carta tan larga, ha sido porque no he tenido tiempo de hacerla más corta») no le va a servir a tu destinatario.

Tú eliges.

 

Derechos de imagen de portada por Shutterstock

 

 

A %d blogueros les gusta esto: