El DAFO es una herramienta que nos permite evaluar el estado de una marca, producto, servicio, etc., y comprobar cómo y dónde nos encontramos, tanto en lo que tiene relación con nosotros mismos como con la competencia o el mercado. Y como por algún extraño «error» de SEO, al buscar en Google las palabras «dafo marca personal» aparece una entrada de este blog entre los primeros resultados, creo que es de obligación preparar un artículo sobre el DAFO y su uso en la gestión de tu marca personal.

 

Gráficamente, el DAFO se suele representar dividido en cuadrantes donde colocamos nuestro análisis basándonos en los siguientes criterios:

  • Debilidades
  • Amenazas
  • Fortalezas
  • Oportunidades

Ahora ya sabes de dónde sale la palabra DAFO (en castellano), ahora vamos a ver cada uno de los criterios aunque en un orden un poco diferente.

 

Debilidades

Cuando consideres este criterio debes pensar en aquellos aspectos intrínsecos de tu propuesta que hacen que la misma tenga menos fuerza de lo que debería.

Es decir, se trata de aspectos internos de tu marca, negocio o producto, por ello debes incluir todas aquellas cuestiones que dependan solo de tí.

Para esta parte del DAFO las preguntas, por ejemplo, serían:

  • ¿Te falta experiencia o ciertos conocimientos?
  • ¿Tu proceso es más largo o más caro?
  • ¿Tienes menor capacidad financiera o de investigación?
  • etc.

 

Fortalezas

En este apartado del DAFO debes considerar todas aquellas cuestiones, que dependiendo nuevamente solo de tí, hacen que tu propuesta sea mejor que otras, es decir: tus ventajas competitivas.

Así,

  • ¿tu nivel de calidad es mayor?
  • ¿Tienes mejores plazos de entrega?
  • ¿Mayor conocimiento del mercado?
  • ¿Aplicaciones alternativas, novedades, mejor capacidad de distribución, etc.?

 

Amenazas

El DAFO pasa ahora a analizar aquellos aspectos externos a tu propuesta pero que pueden influir en ella de manera decisiva.

Así, al analizar las amenazas debes incluir aquellos aspectos no ligados a tu propuesta, pero que pueden amenzar el éxito de tu propuesta.

Por ejemplo la madurez del mercado, una competencia muy bien posicionada, cuestiones legales, dificultad de financiación, etc.

 

Oportunidades

En esta sección del DAFO debes considerar aquellos aspectos externos a tí pero que pueden influir positivamente en tu propuesta.

Por ejemplo, un mercado cansado de los proveedores actuales, nuevos nichos de mercado, cambios en la moda, un mercado en alza, etc.

 

 

Bien, ya tienes tu DAFO. Ahora de lo que se trata es de que evalúes tu punto de partida y actúes.

  • ¿Hay algúna debilidad crítica que te coloca por debajo de tu competencia? Corrígela, y si es posible conviértela en fortaleza.
  • ¿Detectas alguna amenaza especialmente grave? ¿Puedes neutralizarla?
  • Si no es así ¿Es aún viable tu proyecto?
  • ¿Quizás es necesario buscar una alianza?
  • ¿Podrías convertir esa amenaza en una nueva oportunidad de negocio?
  • ¿Has encontrado alguna oportunidad que había pasado desapercibida?

Una vez dada esta vuelta pasamos a evaluar el peso de cada uno de los cuadrantes y en base a ello podemos establecer una estrategia. Básicamente consideraremos cuatro opciones.

 

Ofensiva (prevalecen fortalezas y oportunidades)

Estás en una muy buena posición, tu mercado te espera y no hay problemas de difícil solución.

Estás en posición de hacerte con una parte importante del mercado por lo que debes trabajar en esa línea.

 

Defensiva (prevalecen fortalezas y amenazas)

Tienes que nadar y guardar la ropa. Hay que resaltar tus fortalezas, pero evitando acciones que te lleven a tener que afrontar problemas que no vas a poder resolver, por ejemplo a incurrir en problemas de tesorería o a incumplir compromisos con tu mercado de forma grave.

Se trata de asegurar cada paso hasta que vengan momentos mejores.

 

Supervivencia (prevalecen debilidades y amenazas)

En este caso, y como cantaba el oso Baloo en el Libro de la Selva, busca lo más vital.

Seguramente no estás en una buena posición para enfrentar las amenazas de nuevos proyectos (falta de financiación, de tiempo, de personas adecuadas, etc.), pero tu mercado actual y tu reputación se mantienen.

En este caso quizá sea mejor quedarse en la orilla, de momento.

 

Reorientación (prevalecen debilidades y oportunidades)

Estás en una disyuntiva. Aunque encuentras oportunidades, tus productos, contactos, procesos o conocimientos no te acompañan.

En este caso solo hay dos opciones: seguir haciendo lo mismo y cerrar o atreverse a cambiar y buscar esas fortalezas que se necesitan para aprovechar las oportunidades que detectas.

Bueno, deseo que te haya servido para conocer un poco mejor esta herramienta que puedes aplicar a una empresa, un producto, una marca personal o, en suma, en cualquier circunstancia en la que quieras considerar los aspectos más importantes de un tema antes de tomar una decisión.

Ahora es solo cuestión de integrarla dentro de tu estrategia y sacarle todo el partido posible.

¿Conoces alguna otra herramienta parecida al DAFO?

Te espero en los comentarios.

 

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