En un entorno hiperveloz se ha venido abajo aquella máxima de que el pez grande se come al chico. Ahora el pez rápido se come al lento, por muy grande o fuerte que sea.

Esto es especialmente cierto en las empresas tecnológicas, y la prueba la tengo en mi propia web.

Al poner en servicio la nueva versión verifiqué los enlaces, los redireccionamientos y el aspecto de los artículos (aún quedan unos pocos por corregir).

Todo correcto.

Verifiqué todas las reglas del htaccess.

Todo correcto.

Activé la caché y el CDN y aquello iba genial.

Así que me olvidé de la web durante unos pocos días y, con la ayuda del recién descubierto calendario de marketing 2017 de la gente de MDirector, me centré en trabajar mi calendario editorial.

Cuando volví a comprobar cómo estaba marchando la nueva web veo perplejo que me había quedado sin tráfico orgánico.

Me había dejado activada la opción de «impedir que los robots indexen la web» en el panel de ajustes de WordPress.

Un despiste de unos días y cuatro años de posicionamiento tirado por la borda.

Aunque, al menos, esto tiene arreglo rápido.

Pero ¿Y si se trata del negocio de «toda tu vida»?

Beneficios pasados no garantizan beneficios futuros

Esta frase la vas a encontrar en todas las propagandas de productos bancarios y, sin embargo, lo contrario es la base de muchos proyectos empresariales.

Hasta ahora, cuando hay que valorar una empresa se analiza su cartera de clientes, su cartera de pedidos y su evolución financiera.

Si era favorable era de esperar que siguiera siéndolo, al menos, unos años más.

Pero ahora, basta un comentario desfavorable, o una innovación disrruptiva de la competencia para que una empresa consolidada se vaya a la quiebra en un momento.

De hecho, las nuevas empresas cada vez duran menos. Pero seguimos haciendo la misma valoración de las empresas y nos quedamos tan anchos.

Así que, si queremos derrotar a nuestra competencia (o al menos sobrevivirle) no basta con seguir haciendo las cosas como hasta ahora.

Tenemos que reconvertir nuestro departamento o estrategia de marketing en algo mucho más proactivo.

Anticípate al mercado

Ya no basta que tu departamento de marketing (o tú mismo) se centre en determinar qué quiere ahora tu mercado.

Si quieres vencer a tu competencia, ahora es preciso prever que es lo que pueden necesitar tus clientes, y cómo, en el corto o medio plazo.

Y para esto debes estar muy cerca de tu cliente y conocerle a la perfección.

Conocer sus necesidades, sus gustos, sus limitaciones, sus objeciones, sus valores, su forma de vivir y su forma de relacionarse.

De hecho deberías conocer a tus clientes tan bien como conoces a tus amigos «de verdad».

Solo así podrás anticipar sus cambios y nuevas necesidades y diseñar esos productos o servicios que ya está preparado para adquirir (aunque aún no lo sepa).

Pero también debes estar muy cerca de tu competencia y conocerla tan bien como conoces a tu propia empresa.

Así, deberás estar al tanto de sus nuevos productos o servicios, de sus acciones, de sus cambios en la estructura o de la pérdida o captura de nuevos clientes y utilizarlo a tu favor.

Céntrate en las necesidades reales de tu mercado

El siguiente reto de tu estrategia o departamento de marketing es separar las necesidades reales de nuestras expectativas.

Por ejemplo, antes de preparar una nueva línea de modelos, las compañías de automóviles trabajan en su «concept car».

Suele ser un coche de ensueño en el que incorporan todos los posibles avances, actuales o cercanos, que les gustaría ofrecer.

Con líneas y características espectaculares es la base sobre la que trabajan, pero luego lo adaptan a las necesidades y posibilidades reales de su mercado.

¿Por qué? Pues porque aunque dichos avances son deseados por todos, muy pocos está dispuestos a pagar lo que valen.

Al menos en un primer momento.

Pues lo mismo ocurre con tu producto o servicio.

Puede ser el mejor del sector, pero si eres el más caro, y la diferencia no se amortiza, te desearán, pero no te comprarán.

Reinvéntate siempre

Y por supuesto, si quieres derrotar a tu competencia, olvídate de «disfrutar del éxito».

Si tus ciclos de producto son rápidos no puedes quedarte quieto mientras tu gama actual se está vendiendo.

Apenas tengas los primeros comentarios de los primeros clientes tu departamento de marketing ya debe estar preparando la primera revisión de la gama y empezar a trabajar en la siguiente.

Y, por supuesto, empezar a pensar en posibles «spins-off».

Conclusión

Y todo esto, sin despistarte ni un solo momento porque, de lo contrario, será tu competencia la que te barra del mercado.

Y es que ya lo decían Don Sebastián y Don Hilarión: «Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad».

Por eso, si tu ilusión es trabajar toda la vida en lo mismo me temo que no va a poder ser.

Al menos para la inmensa mayoría.

Lo bueno es que no se va a poder decir que este tiempo que nos toca vivir vaya a ser un tiempo aburrido.

Así que, con tu permiso me vuelvo para seguir con el repaso al calendario de marketing y anticipar lo que va a venir.

(Por cierto, ¿sabías que el 25 de junio es el día mundial de los Pitufos?)

Nos vemos

 

 

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Derechos de imagen de portada por Billion Photos en Shutterstock

 

 

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